Merde alors ¿por qué no? Hablo de entonces, de Sèvres-Babylone, no de este balance elegiaco en que ya sabemos que el juego está jugado.

Thursday, February 14, 2008

In the beginning was an orchyd (A Sandra, one year after)

Yo tenía una plantita en el salón con delirios de grandeza que se llamaba Agustín. La había encontrado en un terraplén lleno de barro y de cascotes a las afueras de Oviedo, detrás de una pequeña nave industrial semiderruida. Era muy tarde y no ponían nada decente en radio3, así que para hacer tiempo mientras llegabas y no, salí del coche y fui dando un paseo hasta el otro lado de la parcela, sorteando medios ladrillos, latas de cerveza arrugadas, bolsas vacías de ruffles y jeringuillas multifunción. Agustín reinaba sobre un remonte del terreno, bien custodiada por una zapatilla de felpa y el tren superior de una muñeca Nancy puedequerubia. Enseguida nos gustamos: qué verde era su talle!, yo la admiraba con arrobo, como una doncella eorlinga miraría a un dios nórdico de los de torso al aire, trenza enmarañada y hacha salpicante. En un fotograma digno de un vídeo musical de Björk alcancé la bolsa de ruffles, la llené con un par de puñados de tierra y piedras y gusanos, destapé los alrededores de Agustín con delicadeza y una cuña de ladrillo a modo de apero y la separé de sus raíces para poder llevarla conmigo. Pensé vagamente en que me habías plantado -oops, quizá no sea muy afortunada esta metáfora vegetal- mientras le abrochaba el cinturón de seguridad y buscaba algo de música campestre para amenizar el viaje. Al llegar a casa me pareció que se había mareado un poco en el trayecto: sus hojas un poco ajadas habían perdido parte de ese fulgor clorofílico que me había impactado a primera vista. En el ascensor me dije que más que una doncella eorlinga yo era una suerte de Principito duplicado (por la anchura) y barbicaótico: hay una plantita, creo que me ha domesticado.

Colocaría -también lo había ido pensando en el coche- preposicionalmente a Agustín sobre la mesa de metacrilato del salón, junto a la pecera, bajo los amplios ventanales, frente a la biblioteca y como soporte habitacional escogería un florero translúcido con nostalgia (la de su historia: había contenido, en origen, una preciosa orquídea que envié en cierta ocasión a otra ciudad como regalo por San Valentín y que me había sido devuelta, marchita, a los diez días, con una nota manuscrita fijada mediante un trozo de celo a una de las hojas amarillentas: destinatario desconocido) El problema, entiendo, comenzó mucho antes de lo de los peces: Agustín crecía hermosa, ramificada, hinchada de agua y savia elaborada, con las nervaduras palpitantes y los tallos recios, robustos, de nudos marineros; no sé en qué momento se endiosó o quizá fueron los influjos de los fantasmas devueltos que habitaban el florero, pero Agustín empezó a orquidiarse, a cambiar de color, a predominar por sobre todas las criaturas que compartían el salón.

La gota, ya digo, que colmó el vaso fue el día en el que regresé a casa para encontrarme a Dudo y a Rosi, mis peces, flotando panza arriba en la superficie de su pecera. No podría jurarlo delante de un tribunal, pero había un rastro como húmedo, goteante, que acercaba la pecera al florero de Agustín quien, por otra parte, disimulaba con sus ramas y retoños mirando por la ventana, buscando un poco de sol de media tarde. No la culpé entonces, cuando aún podía manejar la situación, y no lo hago ahora porque sería inútil. Apenas entro ya en el salón desde que ella se ha adueñado de la zona y campa a sus anchas por las mesas y entre los libros. Yo tenía una plantita en el salón, en fin, y ahora tengo un bosque animado con complejo de dios y autonomía suficiente.
Thor nos pille confesados.

Feliz SV
P


The little shop of horrors, Skid row


4 comments:

Anonymous said...

Cada día me gustas más...

Alberto Cuervo-Arango Rodero said...

Ehmm.

No me caben más musicales en la cabeza. Me pide que elimine algo de memoria............................................................................qué, pero qué......................qué hago aquí.................................Los lobos de la luna.......

Anonymous said...

jajaj Fatnástico, Pablo, me ha encantado!!! como todo, o casi todo. Hellye

Anonymous said...

la planta se ha comido mi anterior comentario, no lo veo por ningún lado, Pablo jaja enserio joe jajaj