Merde alors ¿por qué no? Hablo de entonces, de Sèvres-Babylone, no de este balance elegiaco en que ya sabemos que el juego está jugado.

Wednesday, March 18, 2009

Castiga, exhausto, el poste tosco y recto e insiste, infausto, que ha visto a los espectros

Desde que me tienen encerrado aquí arriba, en el desván, he estado meditando la idea de convertirme en uno de esos fantasmas tocapelotas de los que tanto hablan en los programas nocturnos de la radio, para hacerles la vida imposible a los de abajo, a mis captores, ululando como el viento todo el día de aquí para allá y arrastrando mis cadenas con penoso pesar y patibularia pesadumbre. Aunque, siendo sinceros, a mí el tema este de la ectoplasmia como que me chirría un poco, la verdad: yo soy más de vivir, a qué engañarles. Si al menos pudiera convertirme en uno de esos espectros sofisticados con sombrero de copa y bigotito y bastón a juego, qué sé yo, un vizconde de algún coqueto terreno escarpado astur, me lo pensaría: desde que era niño he querido añadir un toque de elegancia a mi naturaleza perpetuamente tosca, torpe, como a granel.

El caso es que si alguien me garantizara la completa fantasmeización de mis esencias más fluidas... Porque esa es otra, ¿y si al final voy, fabrico una soga con mis sábanas sucias, me cuelgo de la lámpara, la diño y luego nada?. Me aterra la idea de convertirme en otro montón de huesos más en el desván, de solo ser otro cadáver. Morirse, qué les voy a contar, es un asunto delicado y yo soy de siempre sensible a los cambios: se me llena la piel de molestas urticarias y erupciones pustulantes con tan solo comprar un gel en oferta. Y eso que, por otro lado, estos últimos meses de aislamiento silencioso y tranchetes, he ido maquinando diversas maneras de suicidarme, a cada cual más aparatosa y compleja, que van desde la rotura de venas por astilla punzante, pasando por una traqueotomía casera con celofán, hasta la asfixia total por introducción de jersey de lana en la laringe.


En especial me atrae el tema de la sangre: si pudiera rasgarme las arterias un poquito, e ir muriéndome a ratos intermitentes, podría usar mi propia linfa para escribir a dedo alguna reflexión final, unos últimos insultos o quizá una dedicatoria postrera y mi testamento, lo que me diera tiempo: dicen que tardas un montón en quedarte dormido. Y es que he llegado a la conclusión de que lo que realmente echo de menos es escribir. Lo del silencio lo llevo bien, nunca me gustó hablar más de la cuenta, ni expresar mi opinión, ni dar mi apoyo, ni mostrar recelos ni nada; pero vivir sin bolígrafo me jode, y bastante. Durante mi gratuita estancia -gastos pagos- en este minúsculo desván he tenido un montón de ideas gloriosas para cuentos y novelas de diverso pelaje, pero se han ido diluyendo en el inevitable olvido por falta de tinta. Ni siquiera sé si tienen intención de soltarme o si han pedido por mí un jugoso rescate: el caso es que a estas alturas como que me dolería que me liberaran sin haber llegado a ninguna conclusión ectoplásmica: seguro que el pálido tono vaporoso habitual en los espectros me sienta divinamente y estoy en un periodo vital en el que me apetece tomar descabelladas decisiones estéticas, por probar. Seguiremos informando.


5 comments:

Vrmnt said...

He escrito en google "Castiga, exhausto, el poste tosco y recto e insiste, infausto, que ha visto a los espectros" por curiosidad después de que me llamara extrañamente la atencion ayer según leía IT y resulta que sale esto.
Por comentarlo...

tipodeincógnito said...

Gracias por pasarte, pues. Por agradecer, más que nada.

Anonymous said...

me acaba de pasar exactamente lo mismo jajaja

Juan said...

Los mismo me ocurrio a mi ...

Violet said...

Vaya, creo que a todos...