El invento en sí no aportaba nada novedoso al mundo de la ciencia: consistía apenas en un brazo articulado de titanio reforzado, cubierto con un revestimiento de gomaespuma negra que alejaba la posibilidad de cortes o arañazos y que le añadía al asunto un toque de indispensable comfort. Al final del brazo brotaban como bulbos cuatro ágiles dedos de un material flexible aunque macizo, una especie de evolución rígida del látex, y un pulgar oponible robusto y decidido. Su nombre de guerra en el mercado, Evolved (Evolucionado, en culta latinoparla), nacía de la creencia darwinista de que la oponibilidad del dedo pulgar a los demás dedos en las extremidades de los homínidos es uno de los momentos cumbres en la evolución: la posibilidad de coger objetos y manipularlos, al parecer, influye decisivamente en el desarrollo del cerebro, casi de la misma manera que el dominio del fuego hizo innecesaria una mandíbula tan prominente -ya no se necesitaban quijadas superpotentes para lidiar con carne cruda- y posible que su disminución dejara espacio al aumento de la capacidad cerebral.
Evolved aterrizó en los estantes más accesibles de los supermercados de medio mundo dispuesto a convertirse en el mejor amigo del hombre: Doggy times are over, era su celebérrimo eslogan publicitario. La metodología era breve y sencilla: 1.-colocar sobre el hombro sujeto por un pequeño arnés (incorporado); 2.- encender (Evolved funciona con pilas de litio-vanadio. Incorporadas dos.); 3.- relajarse y disfrutar de la maravillosa compañía de tu evolpet mientras ves la tele, lees un libro o zurces los calcetines. ¿Nunca antes habías podido irte de vacaciones a La Manga porque no sabías con quién dejar a la abuela?: haz las maletas, Evolved ha llegado a la ciudad. Y en las ilustraciones folletinescas, una señora de cierta edad, con bastón cercano y chal rosa, sonreía y entornaba los ojos con precisión de sátira mientras su evolpet le cuchicheaba al oído sabe dios qué recetas para potajes. Con ese tipo de publicidad pantanosa, Evolved se convirtió de la noche a la mañana en el artilugio favorito de las familias patrias. Yo, claro, compré el mío.
El primer tacto era rugoso, quizá frío, puede que hasta distante: un pequeño ronroneo previo, mientras las baterías de litio-vanadio se cargaban, te impedía entrar pronto en calor. Luego los dedos se estiraban, iniciaban cierto contacto timorato con la superficie de tu nuca, llegaban misteriosamente hasta los hombros, parecían agrandarse, ensancharse, proyectarse mientras te masajeaban la espalda y te acariciaban la zona de intersección entre el cuello y las orejas. Y, entonces, el paraíso: el látex endurecido se movía con prestancia de pianista por tus zonas recargadas, liberando tensiones y congestiones y nudos, provocando suspiros y gemidos y cancelaciones de agenda. Todo iba bien hasta que Evolved llamó para decir que no volvía, que había encontrado a alguien, que mi nuca era siempre lo mismo, la misma rutina muscular, que ya no teníamos nada de qué hablar, que tocarme se había convertido en un acto superfluo y misericorde del que prefería más no acordarse, que quería salir, ver mundo, conocer otras espaldas, quizá enamorarse. De esto hace tres meses y sigo fatal, no levanto cabeza: he probado con otros evolpets pero ninguno es capaz de tocarme como el primero.
Conocí el paraíso y me tocó la espalda.
5 comments:
¿En qué momento se transforma una relación fría y metálica en sentimiento ?
¿Cuando te tocan la fibra?
Cuando no tienes mollas, Pablo, chiquillo, no me seas simplón.
Llevo aqui un rato, porque veo mi dirección de gmail ahí, y ya sabes que la técnica no es lo mío.
¿Y por qué sale mi dirección?
Pues vaya intimidad, lo mismo es que en otros sitios no me fijé.
mAñana lo leo, imaginé que Amy saldría por algún lugar, jaja..más que nada por el título,ah, felicitarte por esos títulos que te salen a pedir de boca tal cual sucede con los argumentos. Otro beso?..jaja..no te dejaré mal recuerdo?
jajajajaaaaaaaaaaa madre mia, nadie se rie???...jajaja
no puedo más, entre los títulos, el desarrollo de la acción, y tus preguntas a quienes te preguntan ajajaja....qué genio, dios mio!! Un beso, Pablo.
Post a Comment